Samuel Rojas – Especialista en Emprendimiento y Finanzas Personales
La visita del presidente Gustavo Petro a China marcó un cambio trascendental en la política exterior de Colombia. Con acuerdos estratégicos, nuevas alianzas y tensiones con EE. UU., el país redefine su rol en el tablero internacional.
Colombia se suma a la Ruta de la Seda: ¿qué significa?
En mayo de 2025, el presidente Gustavo Petro selló un hito en la política exterior de Colombia al firmar el memorando de adhesión a la Iniciativa de la Franja y la Ruta (también conocida como la Nueva Ruta de la Seda), el ambicioso megaproyecto chino que busca expandir su influencia económica y política en todo el mundo.
Aunque el acuerdo es de carácter no vinculante, marca una nueva etapa en las relaciones bilaterales con China, abriendo la puerta a inversión extranjera directa en sectores como infraestructura, tecnología, inteligencia artificial y energía.
Los principales logros de la visita de Petro a China
Adhesión a la Ruta de la Seda
El principal hito fue la firma del memorando que convierte a Colombia en parte de esta red global de cooperación. Este paso puede facilitar inversiones chinas estratégicas, especialmente en regiones como el litoral Pacífico colombiano.
Línea de crédito de 66.000 millones de yuanes
Un respaldo económico que pone a Colombia como receptor potencial de más de 9.230 millones de dólares en financiación para proyectos regionales e infraestructurales.
Reducción del déficit comercial
El déficit comercial actual con China —de aproximadamente 14.000 millones de dólares— podría empezar a disminuir si Colombia logra aumentar sus exportaciones hacia el gigante asiático.
Alianzas tecnológicas e infraestructura
Se proyectan colaboraciones con Huawei para redes 5G, expansión de puertos como Buenaventura y el despliegue de fibra óptica submarina desde China y Europa, posicionando a Colombia como nodo digital regional.
Mayor posicionamiento global
Petro busca consolidar a Colombia como un actor global con relaciones de “igual a igual” con potencias como Estados Unidos, China, India y Japón, impulsando una política exterior multilateral.
Cooperación multilateral con Celac
China lanzó cinco programas de cooperación con la Celac, fortaleciendo la integración regional latinoamericana bajo el liderazgo temporal de Colombia en este organismo.
La reacción de Estados Unidos: ¿fractura en la alianza histórica?
La respuesta desde Washington no tardó en llegar, y fue categórica:
- El Departamento de Estado calificó la decisión como «decepcionante», advirtiendo que bloqueará fondos para proyectos en Colombia ligados a empresas chinas.
- El Congreso estadounidense —tanto demócratas como republicanos— reaccionó con críticas. La congresista Debbie Wasserman Schultz la definió como una “bofetada a las democracias” y Michael McCaul advirtió posibles recortes de apoyo financiero.
Además, se deslizó una advertencia comercial, insinuando que sectores clave para Colombia como las exportaciones de café y flores podrían ser reemplazados por otros países en el mercado estadounidense.
La respuesta del gobierno Petro: autonomía con respeto
El gobierno colombiano ha intentado desescalar el conflicto diplomático sin ceder soberanía:
- Petro reconoció el derecho de EE. UU. a decidir qué proyectos financia, pero reafirmó que Colombia está abierta a todas las potencias siempre y cuando haya transparencia.
- Señaló que las empresas estadounidenses pueden participar en igualdad de condiciones en las licitaciones.
- Funcionarios como el ministro Armando Benedetti calificaron las advertencias como “amenazas” a la autonomía nacional.
Análisis: ¿qué implica esta alianza con China para Colombia?
Por: Samuel Rojas – Especialista en Emprendimiento y Finanzas Personales
Ventajas estratégicas
- Diversificación geopolítica: Colombia reduce su dependencia tradicional de EE. UU. y se abre a nuevas fuentes de inversión.
- Oportunidades económicas concretas: La línea de crédito china y la inversión en infraestructura pueden acelerar el crecimiento, especialmente en regiones olvidadas como el Pacífico.
- Desarrollo tecnológico: Las alianzas con gigantes como Huawei pueden impulsar sectores emergentes como la inteligencia artificial, telecomunicaciones y digitalización estatal.
- Posicionamiento regional: Al liderar la Celac, Colombia asume un rol protagónico en la integración latinoamericana con potencias no occidentales.
Riesgos y desafíos
- Tensión diplomática con EE. UU.: Podría traducirse en pérdida de acceso a financiamiento, cooperación militar o privilegios comerciales como el ATPDEA.
- Dependencia futura de China: Si no se gestiona con equilibrio, Colombia podría pasar de un eje de influencia a otro, comprometiendo su autonomía a largo plazo.
- Preocupaciones por soberanía tecnológica: La implementación de infraestructura crítica por parte de empresas como Huawei ha sido objeto de debate global por temas de privacidad y seguridad.
- Incertidumbre comercial: Las represalias o bloqueos comerciales de EE. UU. podrían afectar las exportaciones agrícolas, uno de los pilares de la economía nacional.
¿Qué le depara el futuro a Colombia entre China y EE. UU.?
Colombia camina sobre una cuerda tensa. El país busca mayor autonomía en política exterior, pero está atrapado entre dos potencias con intereses opuestos. Lo que está en juego no es solo dinero, sino la capacidad de decidir soberanamente sin aislarse de socios históricos.
En el mejor escenario, Colombia puede convertirse en un puente entre Oriente y Occidente, combinando inversión china con cooperación estadounidense. En el peor, podría verse arrastrada a una polarización geopolítica que frene su desarrollo.
El desafío para el gobierno de Petro —y los que vengan— será mantener el equilibrio inteligente, gestionar los riesgos, diversificar sin comprometer, y fortalecer instituciones para que ningún socio internacional dicte su agenda.