Cuando el VAR no basta para calmar la tormenta
Achraf Hakimi salió del campo entre lágrimas. No fue un gesto teatral ni una estrategia para ganar minutos: su tobillo izquierdo hinchado hablaba más fuerte que cualquier grito. El lateral marroquí sufrió un esguince severo tras una entrada de Luis Díaz que el VAR convirtió en roja directa. ¿Juego limpio o fútbol al límite?
¿Qué le pasó exactamente a Achraf Hakimi?
Hakimi sufrió un esguince en el tobillo izquierdo con afectación ligamentaria.
La estimación inicial de baja es entre 6 y 8 semanas.
Pero no es solo una “lesión más”. Ocurre justo cuando el PSG se juega la clasificación en Champions y Marruecos afina su esquema para la Copa Africana 2025. El golpe no fue solo físico, fue estratégico.
Según L’Equipe, Hakimi salió del estadio en muletas, con bota ortopédica y sin apoyar la pierna. Un escenario que siembra dudas sobre su retorno en menos de un mes, como afirman algunas fuentes optimistas.
¿Luis Díaz fue culpable o víctima del contexto?
La entrada fue dura, desde atrás y con impacto directo.
El árbitro primero mostró amarilla, pero tras revisar el VAR, corrigió a roja directa. Fin del partido para Díaz.
Aunque la jugada no muestra una intención maliciosa clara, el resultado fue devastador. En su cuenta de Instagram, Díaz escribió: “una noche llena de emociones”, y deseó pronta recuperación a Hakimi. Pero el daño estaba hecho.
Desde el Bayern, Kompany defendió a su jugador: “Fue una jugada intensa, no intencional”.
Luis Enrique, técnico del PSG, no alimentó la polémica: “Es parte del fútbol, pero lamentamos mucho la lesión”.
Lo que muchos no dicen sobre esta jugada
¿Dónde ponemos el límite entre intensidad y violencia?
En partidos de alta competencia como la Champions League, la línea entre “presionar fuerte” y “romper tobillos” se vuelve difusa. Y el VAR, aunque ayuda, no puede leer intenciones ni medir consecuencias futuras.
Díaz había anotado dos goles antes de ser expulsado. Fue héroe y villano en menos de 15 minutos. Su imagen, siempre asociada al juego limpio, quedó momentáneamente manchada.
¿Y ahora qué pasa con PSG y Marruecos?
La baja de Hakimi es un golpe táctico para ambos equipos.
Para el PSG:
- Pierde a su lateral más explosivo.
- Se reduce el poder ofensivo por bandas.
- Debe improvisar sin su principal carrilero en momentos clave.
Para Marruecos:
- La Copa Africana peligra sin su referente defensivo.
- La transición ofensiva se ve comprometida.
- La moral del grupo se tambalea a semanas del torneo continental.
La lesión obliga a reestructurar plantillas, esquemas y estrategias.
¿Debe la UEFA sancionar más allá del partido?
Aunque Díaz ya fue expulsado y sancionado con un partido, la UEFA podría extender la suspensión si considera la entrada “con grado de peligrosidad”. Esto lo sabremos en los próximos días.
Pero más allá de eso, queda la pregunta:
¿Es suficiente una sanción deportiva cuando el otro queda fuera 8 semanas?
Conclusión
El caso Hakimi vs. Díaz no es solo una anécdota de Champions. Es una alerta sobre el umbral del contacto físico en el fútbol actual. Entre VARs, polémicas y mensajes de Instagram, el fútbol moderno sigue buscando su equilibrio entre la pasión y el peligro.
